Asociación Ntro. Padre Jesús de la Salud: Viaje a Sevilla Segunda Parte

Amaneció el domingo día 19, onomástica de la Virgen de la Esperanza, en Sevilla hacia una mañana soleada después de una noche lluviosa, pronto se comenzo a andar de nuevo hacia el barrio de Triana, con un único objetivo, acudir al besamanos de la Esperanza de Triana.

Por el camino se hizo parada en varias ermitas, templos y basílicas de las muchas que hay por toda Sevilla, hasta llegar a la Capilla de los Marineros, donde se encuentra la Esperanza de Triana y el Cristo de las tres Caídas.

No hay palabras para describir la estampa al entrar a la capilla y ver aquella hermosa Virgen posada en medio para que los fieles la fueran a besar, fue un momento lleno de emoción y sentimiento, que pena que aquel rato fuera tan breve, pero el tiempo apretaba y todavía quedaba por hacer lo mas importante de todo el viaje, que era ni mas ni menos viajar hasta Morón de la Frontera a unos 70 kilómetros de Sevilla, para visitar a nuestro escultor y ver como andaba la imagen de nuestro Señor.

Con tiempo solamente para recoger el equipaje del hotel e ir a por el vehículo, salimos de Sevilla sin dar lugar a despedirnos de ella y pusimos rumbo a Morón de la Frontera, el trayecto duro una hora aproximadamente, un vez en Morón el escultor fue a recogernos para guiarnos hasta su taller, situado en una callecita muy estrecha en el centro de Morón.

El escultor Manuel Martín Nieto nos invito a entrar en su taller y ver las obras que allí tenia acabadas alguna y otras (como nuestro Cristo) en proceso todavía, nos enseño su ultima obra maravillosa como todas las que el realiza, se trata de un Cautivo, del cual no se pueden dar mas detalles por varios motivos.

A continuación nos guió hasta el piso de arriba de su taller, donde se encuentran las imagenes que todavia no ha sido acabadas, y allí se encontraba Nuestro Padre Jesús de la Salud, tallado en la madera cubierto de yeso y a la espera de recibir el color para ser acabado, no se si sera porque es el nuestro, pero sinceramente aun sin terminar, lucia mas que ninguno es impresionante acercarse a el y ver la cantidad de detalles que hay por todo su cuerpo, la expresión de su cara, lo conseguido de sus cabellos, la musculatura de su espalda, las venas de sus manos y pies, los muslos y gemelos, parecía como si estuviéramos delante de una persona real impactante un trabajo de 10.

Y que decir de Manuel nuestro escultor, pues como profesional ya veis en las fotos que sus obras son buenísimas, pero si muy bueno es como escultor mejor todavía es como persona, es amable, simpático, trabajador, abierto, generoso... etc, vamos todo un lujo aver dado con el.

Estuvimos hablando con Manuel de infinidad de cosas, nos mostró su apoyo y su intención de echarnos una mano en lo que sea posible, lo cual agradecemos enormemente y bueno aunque corren malos tiempo sobre todo economicamente hablando, también nos permitimos por un momento hablar del futuro, de nuestra Virgen de la Estrella y de unos cuantos proyectos mas que se tiene en mente y que con el paso del tiempo se irán comentando y de los cuales, queremos que Manuel forme parte activa de ellos.

Seguidamente y una vez que terminamos la visita a su taller, Manuel tuvo el detalle de invitarnos a comer en su pueblo, un nuevo detalle de generosidad por su parte, la comida fue exquisita y la sobremesa muy amena aunque corta, ya nos hubiera gustado a nosotros, habernos quedado toda la tarde hablando con nuestro escultor, pero era imposible nos quedaban por hacer 700 kilómetros hasta Almoradi.

Pues nos depedimos de Manuel, agrediéndole su amabilidad y emplazándole a que asista a la bendición de nuestro Cristo, la cual aceptó de buen gusto y pusimos rumbo sin descanso hacia nuestra tierra, a la cual llegamos en torno a las 10 de la noche.

La verdad, pesándolo bien, fue un viaje de locos muy rápido, pero mereció muchisimo la pena ver Sevilla lo bonita que es, pasear por sus calles y el buen sabor de boca que nos llevamos tras la visita a nuestro escultor, al cual no paramos de agradecerle todo y felicitarle por su trabajo, fue un viaje muy bonito y no quiero terminar sin antes hacer mención de una frase que nos dijo Manuel, como experto cofrade que es; "Trabajar con mucha ilusión y sin descanso por lo que queréis, que al final lo conseguiréis", pues lo dicho a trabajar que todavía queda muchisimo por hacer.